¡Sí!
Basta con colocar la botella LaVie en el purificador. Un sensor integrado detecta automáticamente la presencia de la botella. Los LED se iluminan en azul por todo el purificador.
Al final del tratamiento, 15 minutos por defecto, los LED se apagan. La botella que contiene el agua ahora purificada puede extraerse del estuche para su consumo inmediato o guardarse en el frigorífico.