Lo hemos diseñado para que funcione en perfecta sinergia con nuestra gama de purificadores LaVie. El uso de ambos productos, prefiltración + purificador LaVie, proporciona una tranquilidad total, en términos de calidad, sabor y seguridad del agua.
El producto se presenta en forma de soporte de filtro de acero inoxidable para su instalación bajo el fregadero de la cocina. Este portafiltro viene con un cartucho filtrante rellenable y retornable, diseñado para cambiarse cada seis meses. Gracias a este sistema, Opropre Turquoise ofrece una solución ecológica y económica para mejorar la calidad del agua en el hogar.
El carbón activo está certificado por nuestro socio Jacobi Carbons en Vierzon, donde cada lote de producción es analizado por su laboratorio interno. El carbón activo de calidad mediocre, sobre todo el de origen fósil, o simplemente el que no sigue un proceso de fabricación muy preciso, puede liberar compuestos mucho más peligrosos que los contaminantes que se supone que debe "adsorber", como alquitrán, cenizas, etc....
La cantidad de carbono almacenada en el cartucho es unas 15 veces superior a la de un filtro de garrafa, por lo que se trata de un producto muy serio, capaz de bloquear altos niveles de contaminantes durante muchos meses.
El cartucho es retornable para permitirnos reciclar eficazmente el carbón activo y la resina. Para una reciclabilidad perfecta, los dos elementos están separados en el cartucho y se recuperan así por separado para ser tratados en sus canales respectivos. Nuestro socio industrial está especializado en la segunda vida del carbón activo y dispone de los conocimientos técnicos y los equipos necesarios para purificar los contaminantes mediante calentamiento sin oxígeno. El carbón activo reciclado se utilizará en procesos industriales.
Turquoise es eficaz contra la mayoría de los pesticidas "duros" y "perennes", como Pfas, clorotalonil, compuestos orgánicos volátiles (COV), metolaclorados ESA y OXA, disruptores endocrinos (DE), clordecona, etc...
La superficie "desplegada" de las células de adsorción representa más de 1.000 m2 por gramo de carbón activo, ¡lo que equivale a la superficie de 100 campos de fútbol en un solo filtro!