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Informe de expertos sobre el rendimiento del proceso LaVie en la decloración del agua potable

por el profesor Nicolas ROCHE, Universidad Aix-Marsella
Átomos en gif animado purificación del agua
Profesor Nicolas ROCHE, Universidad de Aix-Marsella

Profesor Nicolas ROCHE
Universidad de Aix-Marsella
Coord. Pôle de Recherche Interdisciplinaire et Intersectoriel Environnement Lab. Mecánica, Modelización y Procesos Limpios (M2P2 - UMR 7340)
Departamento de Ingeniería Química y de Procesos, IUT d'Aix-Marseille

Logotipo de la Universidad de Aix Marseille

AIX - MARSELLA UNIVERSIDAD AMU
LM2P2 (UMR7340)
IUT de Aix-Marsella

 

Preámbulo

SAS SOLABLE ha desarrollado un innovador sistema de purificación (proceso LAVIE®) del agua de red.

Según SOLABLE :

  • Este sistema, basado en la radiación UVA, debería permitir "romper" las moléculas de cloro al tiempo que transforma la botella en un AOP (Advanced Oxidation Process, proceso de oxidación avanzada, demostrado por la reducción del azul de metileno en 15 minutos). Al final, este AOP también debería permitir tratar en profundidad el sabor y los olores, e incluso otros contaminantes disueltos como pesticidas o trazas de medicamentos, sin filtrar ni hacer pasar el agua por un circuito secundario.
  • Esto evita por completo la contaminación bacteriana, como la que puede encontrarse en los sistemas de filtro de garrafa, y permite almacenar el agua purificada en botellas de cristal, que encajan perfectamente en los frigoríficos.
  • El hecho de que no necesite consumibles (medios o reactivos químicos) también es una ventaja, por lo que puede utilizarlo siempre que quiera, sin errores de manipulación. Gracias a un dispositivo de seguridad (corte de la luz UVA al abrir la caja), puede ser utilizado incluso por niños.

Estos nuevos usos, que rompen especialmente con la utilización de garrafas filtrantes, han llevado a SOLABLE a solicitar una evaluación científica del rendimiento cuantitativo de la decloración del agua potable y de su capacidad cualitativa para decolorar el agua coloreada con azul de metileno.
Dado que este producto está destinado a purificar el agua potable, las pruebas se realizaron con agua del grifo procedente de Lambesc (13), adicionada con cloro dentro de los límites de cloración autorizados en Francia: entre 0,2 y 0,4mg/litro.

 

Introducción

El agua potable debe reunir una serie de características para ser apta para el consumo humano directo. Aunque los valores de los distintos criterios pueden variar de un país a otro, pueden clasificarse en tres categorías principales:

  • parámetros fisicoquímicos (pH, COT, temperatura, conductividad, nitratos, amonio, cloruros, sulfatos, etc.)
  • sustancias tóxicas
  • parámetros microbiológicos (agentes patógenos como los coliformes fecales).

En el caso de Francia, estos criterios se encuentran en el decreto de 11 de enero de 2007 sobre los límites de calidad y las referencias para el agua bruta y el agua destinada al consumo humano mencionados en los artículos R. 1321-2, R. 1321-3, R. 1321-7 y R. 1321-38 del código de salud pública.

Para garantizar la calidad de esta agua, se aplican tratamientos al agua extraída, dependiendo de su origen (aguas superficiales, subterráneas, desalinización, pluviales, reutilización) antes de que pueda distribuirse, garantizando que siga siendo apta para el consumo humano hasta el punto de uso.

Los parámetros fisicoquímicos requeridos se consiguen aplicando procesos de tratamiento y separación fisicoquímicos. La desinfección requiere el uso de soluciones de oxidación avanzadas como la ozonización, la cloración y el tratamiento con luz ultravioleta. Sea cual sea el proceso utilizado, la cloración se realiza muy a menudo antes de la distribución para garantizar la calidad bacteriológica del agua distribuida hasta el punto de uso, debido al carácter persistente del cloro.
Los procesos de cloración se utilizan con mucha frecuencia para desinfectar el agua destinada al consumo (Health Canada, 2009)*. El cloro tiene fuertes propiedades oxidantes, lo que le permite matar o inactivar rápidamente los microorganismos presentes en el agua (tiempo de contacto de unos 30 minutos). Generalmente se utiliza en dos formas principales, sólida (pastillas) o líquida (lejía o hipoclorito de sodio), en función de su amplia gama de usos (colectivos o individuales). Además, el cloro tiene cierta estabilidad en el agua, lo que le confiere un efecto persistente, por lo que es importante poder añadir dosis suficientes de cloro para garantizar tanto la desinfección del agua como su efecto persistente durante el periodo de distribución.

Los procesos de desinfección por cloración tienen muchas ventajas reales, ya que son eficaces, rápidos, baratos, multiescala y relativamente sencillos de aplicar. Sin embargo, tienen una serie de desventajas que es importante tener en cuenta, ya que pueden afectar a la salud humana. Una sobredosis de cloro puede hacer que éste reaccione con otros compuestos presentes en el agua, en particular la materia orgánica (MO), para formar productos conocidos comúnmente como "subproductos de la cloración" (CBS), algunos de los cuales se consideran nocivos para la salud humana. Numerosos estudios (Mouly et al., 2008†) han puesto de manifiesto las condiciones en las que tienen lugar dichas reacciones, que conducen a la formación de los SDC. Se han identificado cerca de 600 SPC, incluidas familias importantes como los trihalometanos (THM) y los ácidos haloacéticos (HAA), que en conjunto representan entre el 20 y el 30 % de la masa total de SPC. Además, dosis excesivas de cloro residual pueden dar al agua potable un sabor desagradable.

Por lo tanto, es importante poder limitar y controlar la producción de estos SPC tanto en las líneas de tratamiento como en los circuitos de distribución. Esto se consigue esencialmente mediante una dosificación adecuada de cloro para oxidar la materia orgánica y limitar las concentraciones de cloro residual al final del tratamiento. Se trata de un punto sensible para los procesos de cloración y no siempre es fácil de aplicar en los sistemas de tratamiento, sobre todo si las características y el contenido en MO del recurso varían con el tiempo. Desde este punto de vista, la OMS recomienda una concentración de cloro libre de entre 0,2 y 0,5 mg/l en el agua tratada distribuida.

En los últimos años se han desarrollado y comercializado procesos de desinfección por luz UV. Se basan en el principio de que los rayos UV tienen un importante efecto bactericida.

La radiación ultravioleta (UV) es una radiación electromagnética con una longitud de onda de emisión más corta que la de la luz visible y más larga que la de los rayos X. Representa casi el 5 % de la energía electromagnética emitida por el sol. Representa casi el 5 % de la energía electromagnética emitida por el sol y puede producirse mediante lámparas, conocidas como lámparas UV. Los rayos UV se dividen clásicamente en tres categorías según su longitud de onda: UVA (400-315 nm), UVB (315-280 nm) y UVC (280-100 nm). Hay que señalar que, debido a la absorción de los rayos UV por la capa de ozono de la atmósfera, casi toda (95%) la luz UV procedente del sol y que llega a la Tierra pertenece a la categoría UVA.

Los rayos UV modifican el ADN de las bacterias, matándolas o inhibiéndolas, según la duración de la exposición, e impidiendo así su reproducción. Por último, es importante señalar que los rayos UV también tienen el efecto de destruir ciertos compuestos químicos, conocidos como compuestos fotosensibles, en el agua o la atmósfera. Por tanto, pueden intervenir en la fotodegradación de determinados contaminantes químicos contenidos en el agua, incluso en bajas concentraciones.

Los procesos de desinfección con lámparas UV son relativamente sencillos en su diseño, ya que consisten en colocar la lámpara UV en un pequeño reactor con el agua que se va a tratar en lo que comúnmente se conoce como cámara de irradiación. Estos procesos se han desarrollado tanto a escala industrial y colectiva como a escala individual, principalmente por su facilidad de uso. La bibliografía y los desarrollos industriales de estos procesos son numerosos y significativos (Oppenheimer et al., 1997)‡ pero se basan casi exclusivamente en el uso de lámparas de radiación UV de la categoría UVC.

En cuanto a la utilización de lámparas UVA (categoría de radiación del proceso LAVIE® de SOLABLE), aunque que yo sepa no existe actualmente ningún desarrollo industrial de este tipo de lámparas de tratamiento del agua, los trabajos han demostrado no obstante la eficacia bactericida de las lámparas UVA (Hamamoto et al., 2007)§.

En conclusión, los procesos de desinfección con lámparas UV ofrecen un gran número de ventajas. Son fáciles de utilizar tanto a escala industrial como individual. No requieren el uso de reactivos químicos ni medios especiales, por lo que no alteran las propiedades fisicoquímicas del agua a tratar. Por último, aunque la inversión inicial en este tipo de procesos puede parecer más elevada que en otros procesos como la cloración, su coste de explotación sigue siendo muy bajo, con una larga vida útil de las lámparas utilizadas, lo que lo hace competitivo desde este punto de vista. Sin embargo, la utilización de estos procesos sigue presentando una serie de desventajas. A diferencia de la cloración, la acción bactericida de los procesos con lámparas UV no es duradera, por lo que deben utilizarse lo más cerca posible del punto de consumo y uso. Además, este tipo de proceso requiere que el agua tenga previamente una claridad suficiente, para no limitar la transmisión de la radiación UV en el agua. Por último, es difícil evaluar inmediatamente la eficacia del tratamiento midiendo un residuo, como en el caso del cloro, y optimizar la eficacia del tratamiento de estos procesos en el caso de un recurso caracterizado por variaciones temporales de su calidad (sobre todo bacteriológica).

 

Materiales y métodos

Los experimentos se llevaron a cabo el 20 de noviembre de 2017 en las instalaciones de SOLABLE en LAMBESC (13) utilizando agua potable extraída de las instalaciones de la empresa en el momento de los experimentos. El agua era de baja dureza (12 °F de media) y se distribuía con un bajo nivel de cloro libre, inferior a 0,1 mg/l. Por eso añadimos cloro a esta agua potable para los experimentos de decloración LAVIE®. Esta adición se realizó en un volumen de 15 litros de agua de red al que añadimos 0,44 ml de una nueva solución comercial de lejía a 3,6%, lo que nos dio un agua con una concentración medida de cloro libre de 1,04 mg Cl-/l. Esta solución "madre" se diluyó a continuación para obtener dos soluciones de 0,41 y 0,27 respectivamente, con el fin de permanecer dentro de los límites recomendados por la OMS. Cada una de estas soluciones se preparó justo antes del inicio de los experimentos. SOLABLE sugiere un tiempo de exposición de 20 minutos a la luz UV para el proceso LAVIE®. Por lo tanto, realizamos dos pruebas para cada agua estudiada, con 15 y 30 minutos de exposición respectivamente.

El proceso LAVIE® utilizado para las pruebas es un prototipo de dimensiones comerciales equipado con dos tiras de lámparas LED UVA (6 lámparas por tira, longitud de onda de emisión: 365 nm, consumo: 25,9 W, tensión: 21,6 V, corriente: 1,2 A) capaces de alojar una botella cilíndrica de un litro (diámetro: 80 mm, altura: 280 mm) de vidrio transparente (borosilicato).

El cloro total se midió in situ al principio y al final de cada experimento utilizando un clorímetro HANNA H1 711, cuyas características se indican en el cuadro 1. Además, con el fin de comprobar la calidad bacteriológica del agua antes y durante los experimentos y los niveles finales de cloro, se tomaron muestras de cada experimento y se enviaron inmediatamente al laboratorio SOSCA ANALYSES** (31120, l'Union) respetando las recomendaciones de muestreo, envasado y envío dadas por el laboratorio.

 
Equipo utilizado

Tabla 1: Especificaciones técnicas del clorímetro HANNA HI 711

 

Resultados

Desde un punto de vista general, todos los experimentos realizados no mostraron variaciones en la calidad bacteriológica y fisicoquímica del agua tras tiempos de exposición de 15 o 30 minutos en el proceso LAVIE® de la empresa SOLABLE. Los resultados proporcionados por el laboratorio SOCSA no muestran ninguna variación de la calidad bacteriológica del agua ni de sus características fisicoquímicas.

Control de la capacidad de decloración del proceso LAVIE®:
En la Figura 1 se muestran los resultados obtenidos a partir de experimentos realizados en agua con concentraciones iniciales de cloro de 0,41 y 0,27 mg de cloro/l respectivamente para tiempos de exposición de 13 y 30 minutos. El proceso LAVIE® muestra claramente una eficacia de decloración superior a 90% a partir de 15 minutos de exposición de las soluciones dopadas con cloro y a partir de 15 minutos de exposición a la radiación UVA. Las concentraciones de cloro residual medidas a los 15 y 30 minutos están dentro del límite de detección, hasta dentro del error de medición, del método de dosificación utilizado. Los análisis realizados por el laboratorio SOSCA confirmaron la ausencia de cloro total y libre a los 15 y 30 minutos en todas las muestras.

Tendencias de la concentración de cloro
Figura 1: Cambios en la concentración de cloro para tiempos de exposición de 15 y 30 minutos para
una solución inicial con 0,41 mg/l de cloro (azul) y una solución inicial con 0,27 mg/l de cloro (naranja).

Control de la capacidad de blanqueo del proceso LAVIE

La prueba de decoloración del agua LAVIE® se realizó con el agua madre (dopada con 1,04 mg/l de cloro) preparada para las pruebas de decloración tras la adición de 6 gotas de solución de azul de metileno por litro de agua. Esta adición se realizó en dos botellas idénticas y una de ellas se sometió a continuación a radiación UVA durante 30 minutos. Las observaciones realizadas se muestran en la Figura 2.

 
Control de la decoloración del agua coloreada
Figura 2: Control de la decoloración del agua coloreada con azul de metileno,
en el estado inicial (a) y tras 30 minutos de exposición a los rayos UVA para la botella 2 (b)

Esta prueba demuestra claramente que el proceso LAVIE® tiene, además de las capacidades de decloración estudiadas a continuación, claras capacidades de decoloración, contribuyendo así a mejorar la calidad del agua potable que pueda presentar problemas de ligera decoloración.

 

Conclusión

Las pruebas realizadas el 20 de noviembre de 2017 sobre el proceso LAVIE® desarrollado por SOLABLE en agua potable dopada con cloro y coloreada mediante la adición de azul de metileno muestran claramente que, sin adición de reactivos ni uso de medios de intercambio iónico o filtración :

  • En términos de cloro libre o residual, y para concentraciones que pueden considerarse significativas en relación con las recomendaciones de la OMS, el proceso LAVIE® ofrece eficacias cuantitativas de decloración superiores a 90% a partir de 15 minutos de exposición a la radiación UVA.
  • En cuanto a sus efectos sobre la coloración del agua (un aspecto importante de la calidad del agua, sobre todo desde el punto de vista de su percepción por la sociedad), el proceso LAVIE® presenta, desde un punto de vista cualitativo, capacidades de decoloración que pueden considerarse completas en muestras coloreadas con azul de metileno. Estas observaciones muestran, por tanto, el potencial de oxidación y degradación de las moléculas químicas contenidas en el agua de proceso LAVIE®.

Por último, el uso de rayos UVA ofrece una garantía adicional de que se mantendrá o mejorará la calidad bacteriológica del agua.

Firmado en Aix en Provence el 06 de diciembre de 2017

firma Prof. Nicolas ROCHE

Prof. Nicolas ROCHE

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