10 consejos para hacer tu vida cotidiana más eco-responsable
La ecología no es sólo asunto de gobiernos y empresas, también nos concierne como individuos.
Nuestros estilos de vida, actividades y elecciones repercuten en el medio ambiente, y tenemos la oportunidad de elegir comportamientos, productos y servicios más sostenibles que lo protejan.
Por eso, hay muchas cosas que podemos hacer para ser verdaderamente ecológicos en nuestra vida cotidiana y aportar nuestro granito de arena a la lucha contra el calentamiento global y la contaminación. He aquí una lista de 10 consejos, gestos y acciones cotidianas que implican un enfoque ecorresponsable para reducir nuestro impacto ambiental y preservar nuestro planeta.
De ti depende hacer que tu vida cotidiana sea más ecológica y ayudar a proteger nuestros recursos naturales.
1. Reduzca el uso de plástico de un solo uso
Se trata de una auténtica lacra para el medio ambiente: el uso de plástico de un solo uso fomenta la producción de grandes cantidades de residuos, que son difíciles de reciclar y acaban en la naturaleza.
En el Océano Pacífico Norte, por ejemplo, un continente de plástico con una superficie tres veces mayor que la de Francia (1,6 millones de km2) se expande año tras año. ¿Y sabía que ¿los franceses son los campeones de la contaminación por plásticos? Cada hora se utilizan alrededor de 1,5 millones de botellas de plástico desechables, es decir, 36 millones al día, y un francés consume de media 180 botellas de plástico de un solo uso al año.
La forma eco-responsable de reducir tu huella ecológica es reducir el consumo de botellas de plástico, optando por agua del grifo (filtrada si es necesario) y una botella de agua, o botellas de vidrio, que están haciendo furor.
También deberías plantearte comprar productos a granel, para evitar los envases de un solo uso. También puedes llevar tus propias bolsas reutilizables a la compra. No solo reducirás los residuos plásticos, sino que también ahorrarás el dinero que te habrías gastado en comprar varias bolsas de plástico o papel.
UNA ALTERNATIVA A LAS BOTELLAS DE PLÁSTICO: ¡LAVIE!
Purificadores de agua LaVie® UV-A trabajo sin filtro y le permiten purificar el agua del grifo en cuestión de segundos. 15 minutos.
Utilizan una tecnología innovadora y patentada exclusiva de LaVie®: el fotólisis del cloro por la radiación UV-A.
Este tratamiento elimina el cloro y sus subproductos, compuestos químicos como determinados compuestos orgánicos y otras sustancias. pesticidas o rastros de medicamentosy los sabores y olores que se pueden encontrar en el agua del grifo.
Los resultados, de un nivel muy elevado, permiten trazar una línea definitiva bajo el consumo de agua embotellada de plástico.
La huella de carbono asociada a la fabricación del tubo de aluminio del purificador de agua UV se neutraliza en sólo unos días de uso, en comparación con el consumo equivalente de agua en botellas de plástico.
Así que podemos afirmar que el purificador de agua LaVie, en términos de utilidad y ciclo de vida, es un producto ecorresponsable !
2. Clasificar la basura (y compostar)
La mayoría de los residuos, plásticos o no, son contaminantes. Por eso es importante seguir las instrucciones de clasificación para fomentar el reciclaje de materiales.
El reciclaje se ha convertido en una parte importante para mantener un estilo de vida sostenible y preservar nuestro planeta para las generaciones futuras. Para ayudar a reducir la cantidad de residuos que producimos, es esencial reciclar todos tus envases de plástico, vidrio y metal siempre que sea posible.
Al reciclar estos artículos, la humanidad puede minimizar el impacto de la deforestación y la contaminación en nuestro medio ambiente. Además, estos materiales pueden ser transformados en nuevos productos por los fabricantes, lo que nos permite prolongar la vida útil de estos materiales y nos ayuda a preservar los recursos naturales.
Pero aunque clasifiques todo lo que puedas, aún quedan cáscaras, peladuras, corazones y otros restos de comida. Que no cunda el pánico, ¡están esperando a ser reciclados! Ahí es donde entra en juego el compostador, que transforma todos estos restos de comida en un abono fértil y respetuoso con el medio ambiente.
Los restos de comida pueden aprovecharse compostándolos. Además de enriquecer el suelo, el compostaje puede proporcionarle abono gratuito y ayudarle a ahorrar en la factura del agua, ya que la tierra compostada retiene la humedad. Da rienda suelta a tu creatividad con los restos orgánicos de la cocina y empieza a compostar hoy mismo.
3. Cultivar un huerto
Y ahora que ya tienes abono, ¿por qué no cultivar tus propias verduras? ¡Un poco de huerto puede bastar para improvisarte como hortelano! Empezar un huerto significa utilizar menos plástico, cultivar de forma sostenible (sin pesticidas), abastecer tu despensa con frutas y verduras de temporada y, en definitiva, ser aún más eco-responsable. Y ¡qué placer comer los tomates que has visto madurar al sol!
4. Compre productos locales y de temporada
Para actuar de forma ecorresponsable, hay que prestar atención a lo que se come. Las verduras cultivadas fuera de temporada (a menudo en invernaderos con calefacción) pueden emitir hasta 7 veces más gases de efecto invernadero que las cultivadas en la época adecuada. Si a esto añadimos las emisiones relacionadas con el transporte cuando los alimentos se producen en el extranjero, tenemos un plato con una importante huella de carbono.
Al consumir productos locales y de temporada, aportas tu granito de arena a la lucha contra el calentamiento global. Además, favorecer los canales de distribución cortos, directamente del productor al consumidor, también es más económico, porque elimina a los intermediarios.
5. Favorecer la movilidad blanda
En Francia, 42% de las personas cuya empresa o lugar de trabajo está a menos de 1 km de su domicilio se desplazan hasta allí en coche. Sin embargo, el transporte desempeña un papel esencial en la lucha contra el calentamiento global. Para ser ecorresponsables, hay que fomentar la movilidad suave.
Caminar, montar en bicicleta y utilizar el transporte público son buenas formas de desplazarse a diario, y todas son buenas para el medio ambiente. Además, la actividad física extra siempre es buena para la salud. Y para los viajes largos, opte por el tren antes que por el avión.
6. Elegir un proveedor de electricidad ecológica
Hoy puedes elegir el proveedor de electricidad verde que mejor se adapte a tus necesidades y a tus convicciones ecológicas. Una prueba más de que sus elecciones pueden ayudarle a participar en la transición ecológica y a proteger la naturaleza.
7. Bajar la calefacción
La calefacción es el mayor gasto energético de los hogares franceses. Reduciéndola en 1 °C, puede disminuir su consumo de energía y aportar su granito de arena al medio ambiente, al tiempo que reduce su factura energética en una media de 7%.
8. Limitar el consumo de aparatos eléctricos
Una actitud ecorresponsable en la vida cotidiana es apagar los aparatos eléctricos en modo de espera. Para ello, desconecta los enchufes o instala un interruptor de modo de espera.
La antigüedad de los electrodomésticos también influye en su consumo, por lo que puedes sustituir los aparatos que consumen demasiada energía por otros nuevos, comparando las etiquetas energéticas y eligiendo los modelos mejor clasificados (A o B).
9. Aislar su casa
Por definición, una casa bien aislada es aquella que reduce significativamente el consumo de energía. Aislando el espacio del ático de su casa, puede reducir su huella medioambiental, al tiempo que se beneficia de ayudas económicas.
10. Mejor gestión de la luz
Éste es quizá el gesto ecológico más fácil de llevar a cabo: ¡sólo tienes que pensarlo! Puedes colocar tus sofás, sillas o escritorios cerca de las ventanas, para beneficiarte de la luz natural durante más tiempo.
Y no olvide apagar las luces y optar por bombillas LED, que consumen menos energía y son más respetuosas con el medio ambiente. El ahorro energético es importante tanto por razones económicas como medioambientales. Apagar las luces y los aparatos electrónicos cuando no se utilizan puede tener un impacto significativo en la reducción de los costes de electricidad, al tiempo que ofrece la ventaja añadida de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Es muy fácil adquirir el hábito de dejar las luces y los aparatos electrónicos encendidos todo el día, pero con unos sencillos pasos, ¡todo el mundo puede empezar a marcar la diferencia!
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Ser ecorresponsable: un enfoque individual que nos beneficia a todos
Lea también: ¿Cuál es el consumo medio de agua de los hogares franceses?La ecorresponsabilidad también significa contribuir a esfuerzos como las inversiones filantrópicas y las donaciones a organizaciones que trabajan para preservar el medio ambiente y combatir la contaminación. En última instancia, es importante reconocer que todos los miembros de la sociedad tienen un papel que desempeñar en la protección del medio ambiente para las generaciones presentes y futuras. Todos sabemos que deberíamos poner de nuestra parte para cuidar el medio ambiente. Pero a veces es difícil saber por dónde empezar, qué consejos seguir o cómo marcar la diferencia en nuestra vida cotidiana. Con un poco de conciencia, unos cuantos principios y los pequeños esfuerzos diarios que se describen en este artículo, es posible influir y obtener resultados sin dejar de llevar un estilo de vida cómodo. Trabajemos juntos, de forma responsable, para marcar la diferencia en nuestro planeta.
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